Mónica, mamá de Lautaro de 1 mes y 11 días: “ a la noche durmió re-poco, hasta las tres y media nada más y después se despertó porque tenía mucho dolor de panza. Y yo me lo llevé a la cama aunque te dicen que no lo pongas en la cama pero yo ya no podía más, y lo puse en el medio y dormimos un rato. Después se despertó y levantó la cabeza y lloró en mi cara, ¡uy, otra vez!. Le hago masajes pero no pasa nada, es más la compañía que otra cosa. Más tarde lo levantó Daniel (el papá) y se lo puso en el pecho y le dijo: ‘dormite hijito’ pero ya no quería, así que lo trajo otra vez a la cama. No le digo al médico porque ya sé que me va a retar, tampoco voy a ir a poner la cabeza. Me compré el ‘Duérmete niño’ pero no estoy de acuerdo, me parece que si quiere upa no podés dejarlo, si necesita contacto no podés decirle desde lejos ‘dormite que yo estoy acá’, no va conmigo”.
Mientras tanto Lautaro duerme en un bebesit, está reclinado, la cabeza hacia un lado, el ceño algo fruncido, los ojos apretados, por la boca entreabierta se ve algo de leche, los miembros semiflexionados, respira profundamente, de a ratos y varias veces se sobresalta.
Muchas veces los padres tienen alguna inquietud o queja que está relacionada con diferentes aspectos del desarrollo de su hijo. Puede tratarse de problemas para dormir, para amamantarse, para alimentarse, para vincularse, para comunicarse, para controlar esfínteres. A veces, estas dificultades logran ser resueltas durante la consulta pediátrica, y otras probablemente debido a la complejidad del problema, necesitan de una atención más precisa que lleva algo más de tiempo.
Así como se realiza el seguimiento clínico del niño en el consultorio pediátrico, realizamos semanalmente encuentros conjuntos de padres de bebés y niños en los que a partir de situaciones lúdicas aparece la posibilidad de revisar aspectos de la relación con los hijos que favorecen u obstaculizan su desarrollo.
Durante cada encuentro buscamos relacionar aquello que el bebé/niñ@ manifiesta a través de sus actitudes y del juego, con las ansiedades parentales que los traen a la consulta. Alentamos la actitud de observación y la valoración de la actividad espontánea del niño resaltando las comunicaciones que subyacen a su actividad lúdica y verbal y los diferentes aspectos de las relaciones primarias que están presentes en cada acto.
Fortalecemos así a los padres en su función parental para que sean cada día más capaces de favorecer el desarrollo infantil, encontrando mejores recursos comunicativos, afectivos, vinculares, a la hora de resolver situaciones y conflictos que se plantean durante la crianza de un bebé/niñ@ pequeñ@.
El seguimiento de un grupo familiar se realiza de manera individual o en grupos compartidos con otras familias en un amplia sala que cuenta con colchonetas, pelotas, sonajeros, muñecos, maderitas, etc.
En el marco de la atención conjunta es posible prevenir, detectar precozmente y/o intervenir en situaciones de riesgo.
Prof. Silvana Cortés
Prof. de Sordos e Hipoacúsicos
Especialista en Atención Temprana
del Desarrollo Infantil
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