Artículo publicado en el periódico n°1 de La Causa.
¿Qué es la Orientación
Vocacional?
Es la ayuda o
asesoramiento que brinda un profesional (Psicólogo, Psicopedagogo, etc.) a una
persona en relación a su proyecto de vida futuro, personal, laboral y/o de
estudio.
¿A quiénes está dirigida esta ayuda?
La asistencia puede
estar dirigida a cualquier persona que la solicite, cualquiera sea su edad,
sexo, ocupación, religión, condición social, etc. Es un proceso que puede requerirse en cualquier momento de la vida del
individuo, ya que en los distintos ciclos vitales (pubertad, adolescencia,
juventud, adultez y vejez) se dan momentos en que los proyectos de educación
y/o trabajo entran en crisis.
¿Cuáles son los motivos de consulta más
frecuentes?
Es muy común que los
adolescentes consulten al finalizar sus estudios secundarios, momento en el que
comienzan a enfrentarse con nuevos desafíos y deben insertarse en el mundo
adulto. Muchas son las dudas que los aquejan: qué carrera seguir, cómo lidiar
con los “mandatos familiares”, dónde estudiar, cómo buscar trabajo, etc. Otros
jóvenes comienzan un estudio sintiéndose muy entusiasmados, pero luego, por
diversos motivos, piensan en abandonar o cambiarse de carrera. Estos casos de
consulta son también muy comunes y los chicos se muestran angustiados y
preocupados, con la sensación de haber “perdido el tiempo”. Si bien no es tan
frecuente, los adultos también recurren al orientador. Son por lo general
personas que desean retomar o comenzar algún estudio postergado o profesionales
ya recibidos que desean re-orientar su carrera o seguir desarrollándose en un
área más específica que deben decidir. También se reciben consultas de adultos
mayores en el momento posterior a su jubilación. En estos casos, el proceso de
orientación los ayuda a re-conectarse con intereses pasados o descubrir nuevos.
¿Por qué siempre se relaciona la Orientación
Vocacional con los “tests”?
La
Orientación
Vocacional se
desarrolla luego de la revolución industrial de fines del SXIX. La tarea del
psicólogo consistía en conocer las aptitudes de un individuo y reconocer la
profesión y/u ocupación que mejor se ajustara a dichas aptitudes. Para ello se
utilizaban instrumentos de diagnóstico, “tests”. Esa profesión u ocupación que
le era asignada se pensaba “para toda la vida”, el sujeto era considerado
siempre idéntico a sí mismo, sin posibilidades de cambio. Hoy en día, los
orientadores han transformado sus metas.
¿Cuál es el objetivo de la Orientación
Vocacional en la actualidad?
La finalidad de la Orientación no se
limita a la elección de una carrera. El objetivo es que la persona sea capaz de
construir un proyecto de vida, la
carrera debe articularse con el resto de las áreas que conforman la vida de la
persona. Planificar a futuro no implica
que el proyecto sea único y definitivo. Por el contrario, la planificación
es contínua y sucesivas modificaciones se harán necesarias durante toda la vida.
La presencia de transiciones vitales es normal y no patológica.
La Orientación ya no se concibe como la opinión experta que
emite el profesional basándose en los famosos “tests”, que muchas veces
conducen a esquemas estereotipados. Es
más fácil y cómodo esperar que las respuestas a las propias incertidumbres
provengan del orientador o del resultado de pruebas, es decir, del afuera. Pero
las elecciones genuinas nacen de un mayor conocimiento del sí mismo, de los gustos
e intereses, que deberán ser respetados sin excepción, y de
las propias posibilidades y recursos. El orientador ayuda a que sea la
misma persona la que construya su proyecto. Hacia allí apunta un trabajo
profesional ético. Si la meta del orientador es emancipadora sus intervenciones
tendrán como finalidad ayudar al sujeto a tomar conciencia de los modelos y las
normas dominantes de su cultura, a ponerlos en perspectiva y fomentar su
espíritu crítico.
Lic. Luciana Toffanin.
M.N. 39217