viernes, 23 de junio de 2023

"Exceso de falta"

Todo chiste encierra una verdad y todo exceso esconde una falta.
El brillo de superación y la falsa seguridad son la otra cara de la moneda. Los variopintos trastornos narcisistas son muestra de ello.
Frente a pérdidas o desilusiones de intensidad y sentido relevantes se percibe una sensación de vacío. Su persistencia puede producir síntomas acordes al dolor y, en ocasiones, pueden instalarse invadiendo más de lo esperado.
El trabajo psicoterapéutico permite tratar el malestar e indagar en su causa, promoviendo que, desde esa falta, se recreen motivos de búsqueda.

Lic. Nora Spatola


martes, 31 de enero de 2023

A NUEVA ETAPA, NUEVOS MODOS (nueva versión)


-¿Estoy a tiempo de hacer cambios?- se pregunta una paciente mayor, consciente de su dificultad para ello. ¿Por qué no? El hecho de jubilarse y cesar obligaciones libera gran parte del tiempo disponible, ofrece una gran oportunidad de replantear el modo de vida, de revisar cómo se afrontan situaciones conflictivas, de decidir qué se prioriza o a qué se quieren dedicar la atención y el interés.

En la coyuntura de pandemia se dificultó llevar a cabo lo que se esperaba o proyectaba para el júbilo, se suspendieron las actividades sociales, los controles de salud y las reuniones familiares. Las personas mayores, que debieron permanecer aún más aisladas para evitar riesgos, lo sufrieron mucho, ya que con menos tiempo por vivir se perdía más de la cuenta. Ese tiempo disponible, libre de las viejas ataduras, discurrió en encierro y con pasividad forzada. Quienes lo pudieron transitar fueron recuperando su vitalidad pero con importantes secuelas físicas y anímicas.

Estar en "la tercera edad" o retirarse del trabajo formal no es sinónimo de convertirse en un ser pasivo. De acuerdo a lo que se quiera realizar, habrá que adecuarse al momento, a las posibilidades y limitaciones; incluso se podrá probar alguna actividad postergada o que genere curiosidad y no haya tenido lugar antes en la vida, sin otro imperativo más que las ganas de hacerlo. Es una etapa que invita a pensar hacia dónde enfocar o redirigir la actividad. Puede ser con calma, o hacia la calma, si se quiere, pero no implica cesar el deseo.

El diálogo y la reflexión en el espacio terapéutico ofrecen también una oportunidad para aprovechar el tiempo, al reconocer la historia, resignificar el presente o renovar el pensamiento.

Lic. Nora Spatola

Fotos:
1era. En la pile con la abuela. Enero 2023
2da. Cierre de salas de 5 años. Dic. 2022.
3era. Roma, abril 2014. Nora Spatola

#adultosmayores #deseo #secuelasdepandemia #psicoanálisis #psicoterapia #sesiones #online #supervisiones #clinicapsicológica #saludmental 

domingo, 16 de octubre de 2022

De la visita al consultorio a la cita virtual.

Nuestro ejercicio profesional ha sufrido cambios durante la pandemia. En el período de aislamiento, la visita al consultorio se ha transformado en una cita virtual. Las redes sociales fueron un soporte fundamental en la cuarentena y las nuevas tecnologías, nuestras aliadas; sin olvidar otras tantas consecuencias penosas que dejó la pandemia. 

En su mayoría, las sesiones de atención privada aún se realizan con esta modalidad, que llegó para quedarse. Lo que era excepción o se desacreditaba, se convirtió en regla, pasó de ser un recurso de emergencia a un recurso ganado, ampliando así la atención psicológica más allá de cualquier distancia.

Estos chistes nos muestran algo que la virtualidad ha acotado a nuestra actividad: la transferencia positiva en su vertiente amorosa. Habría que estudiar, con los testimonios de la clínica, cómo se vive ahora la puesta del cuerpo tras la pantalla, qué otras formas toma la presencia, qué se conquista, qué escenarios se transportan o se dejan ver, cuánto se pierde y gana por fuera de lo mensurable de la virtualidad. 

En mi experiencia reconozco un recurso valioso: la posibilidad de la circulación del pensamiento y la palabra, en un espacio que preserva la intimidad y la profundidad de la sesión psicoterapéutica, con la satisfacción de poder desarrollar la labor analítica a pesar de las dificultades, acompañando y trabajando para que cada persona pueda crear sus condiciones de bienestar. 

 Lic. Nora Spatola


martes, 9 de noviembre de 2021

Del tal palo...?

 
 Un joven coteja su historia y realidad psíquica en una charla con su padre. Ambos en el consultorio, cada uno hace su relato sobre lo vivido y, con cierta sorpresa, se encuentran con las diferencias.

Muchas veces los adultos, en roles de crianza y cuidado, no tomamos dimensión del peso que tienen nuestras palabras y la calidad del trato que brindamos. Tanto las palabras como los modos emitidos y omitidos en el vínculo son de gran relevancia, lo cual se suma a cómo cada persona asimila e interpreta la relación. Esa percepción se verá complejizada con la particularidad subjetiva y el contexto que conforman al ambiente de crianza y desarrollo.

El psiquismo se configura en esa relación, en ese interjuego vincular, personal, biológico, discursivo, social, contextual. En el transcurso de su constitución, adquirirá fortalezas o fragilidades de acuerdo a cómo y cuánto haya podido elaborar de los traumas vividos.

En este caso, al igual que en otros, en el relato aparecen recuerdos encubridores y vivencias tamizadas por la estructura y por la etapa que transita cada persona; dolores mal digeridos, heridas que aún supuran, conflictos que se actualizan.

Reversionar su historia, ampliar miradas y lecturas, será el desafío de quien está allí, dispuesto al análisis, de modo que se aflojen las ataduras que condicionan o fijan a un juicio o mandato aprehendido, para tomar las riendas de la propia vida y elegir el rumbo. 

Lic. Nora Spatola

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viernes, 29 de octubre de 2021

Lapsus amoroso

Foto: Positano, Italia, 2013. Nora Spatola
Una paciente llama angustiada pidiendo una sesión luego de que, en un momento íntimo e idílico, le dijera a su pareja palabras que no suele pronunciar con facilidad: "te amo muchísimo, Juan...", a lo que Pedro, ante el fallido, reaccionó confuso y molesto. El lapsus desnuda una verdad. Resultado: nueva tensión y conflicto en escena.

De acuerdo a su irrupción, el lapsus o acto fallido se entiende como una aparición involuntaria de un deseo no admitido, dando cuenta así de su impulso inconciente. En el Diccionario de Psicoanálisis de Laplanche y Pontalis leemos "...Freud demostró que los actos fallidos son, como los síntomas, formaciones de compromiso entre la intención consciente y lo reprimido".

Para esta paciente, por su biografía y situación personal, su fallido no quiere decir precisamente que en verdad ella ama a Juan, o que mantiene con Pedro una relación indeseada. Veamos por qué. En ella, estaba latente el recuerdo de Juan por haberlo mencionado recientemente en relación a eventos hostiles de cuando eran pareja. Él fue alguien con quien mantuvo una relación de peso, tuvieron un hijo juntos, pero no pudieron construir un lugar querido. Sus relatos denotan dolores no elaborados y, aunque siguen vinculados por temas referidos al hijo, no tienen siquiera la comunicación mínima necesaria, ni él asume la función paterna.

"¡Veníamos tan bien! ¿Cómo me salió ese nombre?" se cuestionaba, perpleja.
"Tan bien" que ni ella lo podía creer. El lapsus se presenta revelando que la vivencia amorosa es algo que no puede ser vivido sin escollos. Muestra el deseo y parte de una verdad: dada su historia, signada a partir de la hostilidad en el vínculo primario, reitera y expone la dificultad para que el amor ocupe el lugar suficiente. Este lapsus, como suele ocurrir, no muestra un deseo de forma literal, espera al próximo pujo para develarse. Tal vez, como se insinuó en otras sesiones, ella fantasea con tener otro hijo. O quizás, aún con sus tropiezos, evidencia sus ansias de que el vínculo funcione, de tener esa ilusión y engendrar un deseo.

Lic. Nora Spatola

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viernes, 23 de julio de 2021

EMPUJE (o un modo de reconocer la pulsión)


Foto: Parque Patricios, junio 2021. Nora Spatola

La raíz emerge con su determinación natural. Ante ello, las capas que recubren resultan ser corazas con fecha de vencimiento, como cuando algo insiste y es más fuerte que el Yo.

La pulsión es el empuje que provoca al psiquismo, en el límite de dos territorios, entre lo anímico y lo somático, entre lo psíquico y lo orgánico ¿cuerpo tal vez? Su fuerza se presenta pujando por la descarga de tensión y así se satisface. O irrumpe a causa de un deseo que trasciende.
En el circuito pulsional, los atajos favorecen lo regresivo, lo inmediato, lo conocido; mientras que por el camino largo merma la intensidad y se habilitan novedades.

¿Es posible reconstruir desde los cimientos nuevas estructuras, caminos posibles que permitan otra fluidez, sin acumular tensiones?
Por allí se debate el trabajo del psicoanálisis.

Lic. Nora Spatola

#psicoanalisis #psicoterapia #atencionpsicologica #online

jueves, 6 de mayo de 2021

Psicoanálisis ¿cómo trabajamos en la terapia?

Fundado por Freud a partir de su investigación clínica, ha sabido interpelar al individuo en sus aristas más complejas.
Es un método terapéutico para tratar padecimientos generados por conflictos de diverso origen (actuales e históricos, traumáticos o asociados a crisis vitales) que irrumpen alterando el equilibrio emocional. La persona decide consultar cuando no logra por sí sola aliviar las tensiones o porque se excede su capacidad de respuesta ante el sufrimiento. Realiza la demanda con la inquietud necesaria para abordar su problema, llega buscando alguna solución que le reintegre el estado de situación previa al displacer o acude con la intención de modificar su actitud al respecto.
La terapia se caracteriza por “hacer hablar” en lugar de silenciar o anestesiar los síntomas. La experiencia analítica se desarrolla a través del despliegue del pensamiento y la palabra, que son los medios para facilitar su trabajo. Utiliza como herramienta fundamental la interpretación a partir del interrogante que se abre en el encuentro entre profesional y paciente.
Con la consigna de adentrarse en la asociación libre, se habilita que la persona pueda desplegar su malestar. El analista escucha, ofrece su atención, indaga, señala, interpreta y reconstruye lo necesario con el fin de ligar lo desligado, de procesar la complejidad del psiquismo, para llegar a develar la causa inconsciente, negada, inadmisible y, por ello, reprimida (cuando no escindida) del conflicto que origina los síntomas.
También nos encontramos con situaciones que no son estrictos síntomas neuróticos: fenómenos psicosomáticos, trastornos, compulsiones, actuaciones, autolesiones, entre otras conductas, que dan cuenta de modos diferentes, más o menos patológicos, de intentar tramitar el dolor de acuerdo a cada biografía. Son muestras literales del padecer, en lugar de soluciones enigmáticas, pero aún así son permeables al tratamiento psicoanalítico.
Con el espacio propicio asumimos, entonces, la tarea de elaborar lo traumático y resignificar la historia; aspirando a que la persona pueda aliviar su malestar, entender qué le pasa y hacer lo propio para transformar o adecuar a su realidad.

Lic. Nora Spatola